LA ANIMACION ESCRITA

Desde hace dos años la editorial Planeta DeAgostini esta publicando las obras completas de Carl Barks, propuesta atrevida y exótica, en primer lugar porque Carl Barks nunca ha sido del beneplácito del lector español, e incluso cuando en el resto de países de Europa y Estados Unidos el autor –en vida- era invitado a los diferentes certámenes, y se iban editando sus obras completas con las consiguientes revisiones a lo largo de los años, en España era totalmente desconocido, nunca recibió una invitación para visitar algún certamen celebrado en nuestro país. Sus obras se publicaban en España, pero sin su firma, como si el nombre del autor no interesara a nadie.

Si somos sinceros, ahora durante el 2010 estoy seguro que Barks continua siendo un desconocido para el lector español, y su obra sigue teniendo poco atractivo comercial. Después del volumen 4 que tratamos en este post, Planeta ha detenido –esperemos que no por mucho más- la continuidad de la colección, en enero de este mismo año debió haber salido el volumen 5, de forma que la edición lleva un retraso de ocho meses. La crisis, el poco interés del lector o el precio elevado podrían ser las causas.

Planta DeAgostini, como no debía ser menos, ha publicado la colección en volúmenes lujosos, con un tamaño suficientemente grande para que el lector disfrute del gráfico del artista, una gran calidad de edición –es cierto que muchos detractores han puesto pegas a esta edición-, pero todo a un precio de 25.00 euros, que tratándose de este material y la forma en la que ha sido publicado no es tan elevado.

En 1936 Carl Barks comenzó a trabajar en los estudios Disney, debutando como intercalador para el cortometraje The Mirror –version de Alicia a través del espejo protagonizada por Mickey Mouse que dirigió el ilustre David Hand-. Luego pasaría al departamento de guiones del estudio, donde elaboró más de 300 bocetos de storyboard para el cortometraje Mounted Police –que protagonizaría Mickey Mouse interpretando a un agente de la policía montada del Canada-, pero el corto nunca llegó a producirse.

En este volumen número dos se ofrece un extracto de 158 viñetas de aquel storyboard, toda una delicia para el aficionado a la animación de Disney. El volumen viene acompañado de textos del estudioso del cómic y la animación, y especialista en Disney, Alfons Moliné, que a lo largo de la colección repasa la vida del autor y analiza su obra.

Otro volumen a tener en cuenta es el número uno (1942-43), donde el artista adapta a cómic lo que pudiera haber sido el primer largometraje interpretado por Mickey, Donald y Goofy juntos, una adaptación de La isla del tesoro, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial lo impidió, quedando relegado el proyecto. Pero Carl Bark supo sacarle provecho a un trabajo gráfico que ya se había llevado a cabo, y que hubiera sido una falta grave quedarse olvidado dentro de algún armario.

Solo lamentar el parón de la editorial con respecto a la salida del resto de volúmenes, y según me consta todo el sello Disney de Planeta DeAgostini se encuentra en la misma situación. Una generación de lectores se está perdiendo unos trabajos de una calidad muy superior a la mayoría de la bazofia de género mainstream que publican hoy día las editoriales especializadas en cómics.