LA ANIMACION ESCRITA

Traemos un nuevo número de esta cabecera que ya es veterana en este blog, de forma que esta vez vamos a dejar de lado las peculiaridades de «Comics Scene» y nos metemos de lleno en su contenido.

Desde el punto de vista de la animación los años 90 son algo contradictorios. Por una parte parece que los dibujos animados, tanto en televisión como en cine, van a vivir una edad de oro. Walt Disney emprende unos años antes con «La sirenita» una década gloriosa, series como «Los Simpson» acercan el género a un espectador adulto y por primera vez se trata a una serie de animación con la misma deferencia que a una serie real, u otras series como «Batman» llevan de nuevo al género a ser tratado como arte en mayúsculas. En España se estrena la superproducción «Despertaferro!» y parece el punto de partida de lo que esté por llegar. No en vano Ruiz Villalobos, el articulista que firma «Despertaferro!» finaliza su artículo con: …cabe destacar que la película es el primer paso para la creación de una industria estable del dibujo animado en nuestro país. Pero hay otra cara de la moneda, el trabajo de animación, tanto en EE.UU. como en Europa ha comenzado a llevarse a Asia. Si por una parte esto ocasiona una bajada en los costes que abre puertas para  una mayor cantidad de producciones, por otra significa que muchos animadores, dibujantes y diseñadores vayan acaparando las colas del paro; y además, dejar el trabajo en manos extrañas –de los cuales desconocemos sus condiciones laborales- que no asegura la calidad necesaria para que el acabado final del producto sea competitivo. Pasados los años hemos descubierto que la estrategia de enviar el trabajo a Asia no creó industria –sino todo lo contrario- y una calidad   por lo menos dudosa en lo que se refiere a series de televisión en España. Pero «Comics Scene» nace en unos años donde sí parecía que la animación estaba despuntando, y de ahí la gran cantidad de artículos dedicados al género, una media de tres por número. Hoy día es imposible encontrar una revista o medio que dediquen un espacio fijo al género.

«Educando a Bart» los firma Pat Janckiewicz, y centra el artículo en el editor Jon Vitti que entre otras cosas interesantes cuenta como la Fox les marca los márgenes morales que deben llevar los guiones. Bob Miller escribe «Llegan los “Tiny Toons”», en aquel año era el 50 aniversario de Bugs Bunny y el 60 de la Warner, y de la mano de Steven Spielberg se quiso hacer una serie protagonizada con las versiones juveniles de las estrellas de los “Looney Toons”, algo muy en boga por aquella época. El tercer artículo lo firma Ruiz de Villalobos y lo centra en el estreno de «Despoertaferro!» una de las producciones más caras del cine español, con un presupuesto de 300 millones de pesetas.