LA ANIMACION ESCRITA

En los meses de noviembre y diciembre de 1993 coincidiendo con el estreno en nuestro país de “Aladdin” (1992, John Musker y Ron Clements) la revista "Dirigido" dedicaba un estudio a Walt Disney en dos partes, el primero de ellos publicado en el número 218 y el segundo en el 219.

El propio autor del estudio, T. Fernández Valentí, comenzaba indicando qué se proponía con el mismo: “El presente artículo no es, ni de lejos, un acercamiento definitivo al cine de animación de Walt Disney, sino un somero repaso a sus largometrajes de dibujos animados, tanto los realizados antes como los realizados después de su fallecimiento” (Dirigido nº 218, página 48).

Aún así dividía el estudio en 9 apartados referidos a las etapas por las que paso los estudios Disney. Dedicando el último apartado a “Aladdin”, sin olvidar incluir las fichas técnicas de la filmografía de las películas de dibujos animados producidas por Walt Disney.

Puede ocurrir que cuando leemos demasiados libros, artículos o estudios sobre Walt Disney (seguramente el autor de dibujos animados del que más se ha escrito en España) la lectura nos puede sonar a un “ya leído” demasiadas veces, ideas repetidas o conclusiones predecibles. Pero esto no ocurre con el texto de Fernández Valentí, aún leído lo escrito anterior a su estudio como lo posterior, el artículo se mantiene fresco, nos presenta nuevas reflexiones y todavía, incluso para el más avezado en Disney, hay algo nuevo que aprender.

Con algunas de sus ideas no estoy de acuerdo del todo cómo cuando escribe “…mientras que el peor, el más formulario, seria Los tres caballeros, una película que (como la ya mencionada Canción del Sur, aunque dentro de otra línea) también parece hecha para justificar la exagerada fama de vulgaridad y mal gusto que arrastra la obra disneyana” (Dirigido nº 218, página 53). “Los Tres Caballeros” (1944, The Three Caballeros, Norman Ferguson, Harold Young, Clyde Geromini, Jack Kiney y ¨bill Roberts) es una película fallida, a ello ayuda esa estructura destinada al bajo presupuesto que es la de hilvanar diferentes cortometrajes con un nexo común, pero sus números musicales o la combinación de imagen real y animación se sobrepone a la irregularidad de sus cortometrajes y seguramente haría falta redescubrirla.

Seguramente a lo largo del artículo habrá otras ideas de las que no compartimos y muchas otras que sí, pero esta diferencias de opiniones hace que no se trate de un estudio mecánico y repetitivo, y totalmente aconsejable si se quiere aprender un poquito más del cine de Walt Disney.

Cada una de las revistas tenían un precio de 500 pesetas, los artículos venían acompañados de fotografías en color y blanco y negro, tanto de imágenes de las propias películas, como otras ilustraciones y otras fotografía de interés. No sé si es posible solicitar estos números atrasados a la revista, de forma que adjunto un link donde podéis descargaros el estudio completo.